Trampas de graves (1)
Las trampas de graves son soluciones acústicas especializadas diseñadas para controlar las problemáticas frecuencias bajas en interiores. Utilizan materiales de alta densidad, principalmente lana mineral cuidadosamente seleccionada, que absorbe eficazmente las ondas largas. Se instalan en las esquinas de las salas, donde las frecuencias bajas tienden a acumularse de forma natural, eliminando las resonancias graves y el efecto de «retumbar». Están disponibles en varias formas —cilíndricas, triangulares o cuadradas— donde la forma tiene sobre todo una función estética. Son imprescindibles en estudios de grabación y salas de escucha, donde el control preciso de los graves determina la calidad del sonido.
La trampa de graves, conocida también como ‘bass trap’, es un componente acústico que debería encontrarse no solo en estudios de música y de grabación, sino en cada lugar donde vamos a reproducir música. Su principal función es la de reducir el ruido y suspensión de las ondas de las frecuencias bajas, que es problema que suele aparecer en la gran mayoría de salas. Por poner un ejemplo, una onda de sonido de 30 Hz puede alcanzar una expansión de más de 11 metros de largo, y podrá atravesar paredes sin problemas. Para contrarrestarlas, hay diferentes sistemas que permiten atrapar dichas frecuencias bajas, desde trampas de graves que operan sobre una banda de entre 50 Hz a 4000 Hz, a otros sistemas que se centran en bandas inferiores a estas gracias a un filtro especial para ello.
El primer sistema mencionado se conoce como resonadores acústicos tipo Helmholtz, los cuales podemos sintonizar a una frecuencia específica. Sobre los resonadores Helmholtz, hay que decir que su estructura es bastante compleja, por lo que son recomendados para entusiastas que decidan invertir su tiempo en construirlos y a realizar mediciones acústicas en una determinada sala. Su producción y puesta a punto a distancia es prácticamente imposible.
Otro término al que frecuentemente hacemos referencia para nombrar a las trampas de graves es el de ‘bass trap’, que procede del inglés. Tanto el concepto de ‘trampa de graves’ como el de ‘bass trap’ se referirán siempre al mismo objeto.
Tanto el concepto de ‘trampa de graves’ como el de ‘bass trap’ se referirán siempre al mismo objeto.
A continuación, vamos a dar algunas recomendaciones sobre dónde colocar las trampas de graves (o bass traps). En general, se suele tomar como punto de partida la colocación de las trampas de graves en los rincones, detrás de las columnas. Lo mejor es las trampas de graves ocupen el rincón desde el suelo hasta el techo (sin necesidad de cubrirlo completamente), aunque si dispone de solo una trampa de graves también esta podrá cumplir su función hasta cierto punto. Todo dependerá del contexto de la habitación y de si tenemos grandes problemas con las frecuencias bajas.
Otro lugar recomendado para colocar las trampas de graves es la parte del rincón donde se une el techo a la pared, siendo de fácil instalación con la ayuda de un kit de montaje. A la pregunta de si las trampas de graves pueden colocarse únicamente en los rincones, la respuesta es: no. Sin embargo, siempre darán mejores resultados en los rincones.
Una trampa de graves es un absorbente acústico diseñado para atrapar las frecuencias bajas del sonido y conseguir una mejor respuesta del sonido en el espacio interior que empleamos para escuchar o grabar.
Las frecuencias bajas, a diferencia de las frecuencias medias y altas, no son direccionales, lo que significa que suelen quedarse suspendidas y acumularse en los rincones de la habitación (tanto en la parte del techo como en el suelo). Al colocar una trampa de graves en los lugares indicados en la sección anterior, controlaremos mejor la acústica del lugar y su respuesta será mucho mejor.
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